La trata de menores en el distrito de Chala, ubicado en la provincia arequipeña de Caravelí ha extendido sus redes a las regiones de Puno, Cusco y Lima, lugares de donde, con engaños, captan a jovencitas para luego obligarlas a ejercen el meretricio en bares y centros nocturnos.
Uno de los últimos casos de trata de mujeres se desbarató gracias a la intervención de la unidad policial Divincri del Cusco, que siguió a una pareja que se dedicaba a captar mujeres en Huancarani, en la provincia cusqueña de Paucartambo, para luego llevarlas a Chala.
La Divincri del Cusco puedo realizar su operativo con ayuda de las autoridades de Areauipa, gracias a lo cual intervinieron un bar clandestino donde se pensaba prostituir a la última víctima que habían captado.
Durante la intervención se encontró a dos menores cusqueñas que fueron captadas en el mes de octubre, también en Huancarani, a quienes se les había engañado ofreciéndoles trabajo para vender gaseosas en Arequipa.
