La odisea venezolana para vivir con dignidad fuera de sus hogares

Trabajos. Muchos de ellos tienen calidad de refugiados y para vivir trabajan de ambulantes o en lo que puedan encontrar. Muchos son víctimas de las mafias de trata de personas.
Por La República

Los venezolanos que se encuentran en calidad de refugiados en Tumbes se dedican al comercio ambulatorio vendiendo tortas, arepas y caramelos para poder emigrar a otras regiones del país con el dinero que obtengan.

Jesús Arteaga Gómez (27) es un ciudadano venezolano que viajó 15 días para ingresar al país al promediar las cinco de la madrugada de ayer. Decidido a no regresar a su país por el régimen de Nicolás Maduro, solicitó su refugio a su llegada.

Aunque su pedido demoró horas, finalmente logró ingresar a Perú. “Me consultaron qué vida iba a llevar en el Perú debido a la crisis económica que los venezolanos atravesamos. La carga familiar que tengo y qué profesión iba a desarrollar en las próximas horas. Mi permiso es un año, donde debo registrar mis ingresos para no ser deportado”, dijo.

Lleno de entusiasmo, llegó a Tumbes, en donde le ofrecieron que venda tortas para que obtenga ganancias.

Esta misma situación se repite en muchos ciudadanos venezolanos, quienes abarrotaron el Paseo Libertadores del centro de la ciudad con la venta de productos en busca de satisfacer sus necesidades.

Incluso hay venezolanos que se dedican a desarrollar su arte en las esquinas. Javier Moreno Díaz (24) contó que salió de Venezuela con poco dinero para vivir. Sin embargo, realizando malabares montado en una bicicleta está logrando sus objetivos.

“La vida es dura, pero tengo claro que al Perú vengo a trabajar con muchas ganas, desarrollando mi talento. Estoy de acuerdo con el sistema que ha impuesto el Gobierno, porque sé que muchos compatriotas se dedican a robar”, declaró.

Vulnerables

El jefe de la Defensoría del Pueblo de Tumbes, Abel Chiroque Becerra, informó que diez niños han llegado al país sin recursos económicos para subsistir. Explicó que los menores forman parte de la población vulnerable, porque viajan con personas que no son familiares directos.

“Un aproximado de diez menores de edad han llegado a las instalaciones del Centro Binacional de Atención de Frontera (Cebaf) que necesitan ser atendidos para conocer qué enfermedades pueden traer de su viaje, además de la atención en su alimentación”, dijo Chiroque Becerra.

Los casos fueron reportados a la Comisaría de la Familia para que se priorice la atención de los menores.

Trata de personas

El jefe de la Región Policial de Tumbes, Richard Cano Pérez, dijo que 50 personas fueron detenidas en los últimos días por captar a venezolanas y someterlas a ejercer a la prostitución en diferentes regiones del país.
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