Grupos de mineros ilegales invaden territorio cusqueño por la ambición del oro

La minería ilegal avanza galopante en la frontera de la región Cusco. 


En menos de medio año, la zona selvática de la provincia de Quispicanchi, a cuatro horas de viaje en auto de la ciudad imperial, ha empezado a ser invadida por grupos de inescrupulosos que han dejado la selva de Madre de Dios y Puno para invadir y destruir territorio cusqueño.

De acuerdo a datos que maneja la Dirección Regional de Energía y Minas de Cusco, se calcula que hay unos cinco mil mineros ilegales que arrasan bosques enteros con maquinaria pesada.

Los distritos que sufren la invasión de los ilegales son Camanti, Carhuayo y Quincemil, principalmente.

LUCHA FRONTAL

Para frenar el avance de los mineros ilegales, la Policía y un grupo de fiscales ingresaron el martes a las comunidades de Parcocalla y Umana, en el distrito de Carhuayo de la provincia cusqueña de Quispicanchi, para destruir 120 campamentos de minería ilegal donde extraían oro.

La adjunta de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, Karina Garay Tapia, informó que la incursión se hizo tras dos frustrados procesos, debido a que el acceso a los lugares fue obstruido por los comuneros de la zona.

Según la fiscal, en la labor de interdicción se ha logrado destruir tres retroexcavadoras, 30 molinos de extracción y 14 socavones.

También 25 compresoras, 25 tanques de aire, 2 mil metros de mangueras, 6 mil cartuchos de dinamita, 200 rollos de mecha lenta, 40 cajas de fulminantes (en cada una había 100 unidades), entre otras especies que fueron retiradas de precarias casas armadas con palos y calaminas.

Garay refirió que en este caso hay 7 personas investigadas por minería ilegal agravada. Trascendió que se trataría de presidentes de comunidades campesinas del lugar, que se han unido a empresarios que impulsan la actividad depredadora e ilegal. Estos habrían contratado a unos 400 mineros ilegales de Puno que extraían los minerales. Los mismos huyeron del lugar antes del operativo.

CUMPLEN LA LEY

Es la segunda intervención exitosa de la referida fiscalía y los agentes del orden. El primer ingreso para cumplir con la interdicción fue el 04 de noviembre pasado.

En esa ocasión, destruyeron seis maquinarias, cinco motosierras, dos generadores eléctricos, mercurio y gasolina. El golpe fue a cinco campamentos ubicados a orillas del río Collamayo, a 8 horas de viaje de la ciudad imperial.

La fiscal explicó que las acciones de interdicción se ejecutan al amparo del Decreto legislativo 1100, que faculta la destrucción de estos sitios.

TRABAJO CONJUNTO

En la tarea de combatir la minería ilegal participan el Ministerio Público, Policía, Gerencia de Recursos Naturales (RR.NN.) del Gobierno Regional Cusco, Sernanp, Serfor, entre otros sectores.

Emerson Alata, asesor legal de la Gerencia de RR.NN., señaló que tienen un plan para continuar con la destrucción de campamentos para evitar que la selva sea devastada, como ocurrió y sigue sucediendo en Madre de Dios.

Según el abogado, la mayor parte de la actividad minera ilegal se halla en las provincias de Quispicanchi, Chumbivilcas y Canas.

"Estamos haciendo todos los esfuerzos para detener esta actividad ilegal. No vamos a parar con las labores de interdicción", señaló Alata tras la primera intervención.

Recordó que esta actividad ilícita destruye el ambiente y promueve la trata de personas en esos centros de explotación minera.


http://larepublica.pe/impresa/politica/728645-grupos-de-mineros-ilegales-invaden-territorio-cusqueno-por-la-ambicion-del-oro
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