La interdicción vista por los ojos de un minero ilegal


Imágenes sin editar filmadas por un grupo de mineros durante un operativo de interdicción. Fuentes que se mantienen en reserva obtuvieron el vídeo de un disco duro de la policía de Tambopata. 

El vídeo muestra a un grupo de mineros que filma una interdicción de la autoridad marítima de Madre de Dios. El minero que funge de camarógrafo azuza a los demás a que lo sigan para enfrentarse a las autoridades. Uno de los marinos le cierra el paso ante la inminencia de las explosiones, mientras los demás mineros siguen al que tiene la cámara. Se trata de una situación de una gran tensión emocional, en la que los efectivos de la marina intentan mantener la calma frente a la desesperación (e incluso la voluntad de inmolación) de un grupo de mineros ilegales. 
Se sospecha que la cámara del minero debió ser incautada, pues de otra forma no se explica cómo acabaron estas imágenes en un disco duro de la policía de Tambopata. 

El valor de esta filmación reside en que, hasta el momento, todas las imágenes de las interdicciones mineras se han publicado desde un mismo punto de vista: el del Estado y las autoridades policiales y militares. Titulares amarillistas como "minería asesina", "el reino del terror", "o el cáncer de la minería ilegal" –tan frecuentes al tratar este tema– recurren a viejos estereotipos de la Amazonía como depositaria de la enfermedad, la barbarie y el crimen. Sin desconocer los gravísimos impactos sociales y ambientales que ha provocado la minería informal e ilegal, el uso de estos estereotipos, y de un punto de vista único, suele esconder una realidad mucho más compleja, que a simple vista desborda cualquier categoría maniquea. 

La demonización de los mineros ilegales e informales ha roto el diálogo e impactado negativamente en los procesos de negociación  entre las federaciones mineras del departamento, en vías de formalizarse, y las autoridades centrales; radicalizando las posiciones de unos y otros, y escondiendo tras ella el drama de miles de personas envueltas en el juego perverso de un "capitalismo salvaje" (es decir, de una forma de organización económica en la que la primacía del interés individual subordina  límites sociales, éticos, morales y legales, incapaz de imaginar un bien común a todos) Por otra parte, alguno de los reclamos del minero que filmó este vídeo tienen fundamento: ¿qué va a pasar con los miles de mineros informales o ilegales afectados por las interdicciones? El Estado no puede condenar ni encarcelar a todos, los mineros ilegales, puesto que son miles. 

La interdicción minera no puede pasar únicamente por la represión y la remediación ambiental. A riesgo de un estallido social, el Estado tiene que ofrecer alternativas. Vale recordar que en Madre de Dios la gran mayoría de los mineros provienen de las zonas altoandinas del Cusco y Puno, abandonadas desde hace décadas, afectadas todos los años por la pobreza, las heladas y la desnutrición. ¿Qué habría pasado con ellos si no hubiesen encontrado en la minería una salida a su falta de oportunidades en sus lugares de origen.  ¿Se habría trasladado esa presión social hacia arriba, generando una revuelta? 

La perspectiva única con que se ha venido tratando la información proveniente de las zonas de extracción aurífera, por otra parte, también ha escondido hasta qué punto está la economía formal infiltrada por el dinero o el oro negros que provienen de la minería ilegal. Esta actividad ha generado una zona gris entre la legalidad y la ilegalidad, de la que empresas formales, comercializadoras de maquinaria e insumos, empresas de transporte de valores, y bancos, tanto nacionales como extranjeros (en particular suizos), han venido lucrando de forma subsidiaria. 

De allí a preguntarse hasta qué punto, qué tan profundamente, redes, mafias y clanes familiares vinculadas a la minería ilegal e informal han infiltrado los diversos estamentos del Estado no hay más que un paso. El número de congresistas y ex–congresistas, jueces, policías, autoridades aduaneras y funcionarios del ministerio público corrompidos, ha venido aumentado sostenidamente desde que comenzó el boom del oro en nuestra Amazonía.

Este vídeo sin editar exige pues  que los medios de comunicación comprendan sin prejuicios tantas formas de mirar como las que aparecen en la realidad. 

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