Desde muy temprano, muchos niños ayacuchanos salen de sus casas para trabajar. Ellos buscan los mercados más cercanos para ayudar a cargar los productos y recibir alguna propina a cambio. Según la Subgerencia de Comercio y Mercado de la Municipalidad Provincial de Huamanga (MPH), son 500 los niños que ayudan a sus familias con esta actividad.
Pero además, muchos más niños y niñas trabajan en la ciudad vendiendo diferentes productos en las calles, restaurantes, autobuses e incluso en el cementerio, donde se ofrecen para llevar los ramos de flores a los difuntos, un oficio muy riesgoso para ellos.
Por eso, las autoridades locales están pidiendo a la población que si ven a algún niño o niña trabajando en la calle en condiciones de riesgo o peligro, denuncien el caso ante la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ministerio Público y la Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente (Demuna).
Y es que además de que algunos trabajos son riesgosos, muchas veces los niños que trabajan no van al cole y si van, no estudian bien por el cansancio, una realidad que se podría mejorar si los padres tuvieran un trabajo digno necesario para poder costear todos los gastos familiares.
