Entrevista a Gino Costa, presidente de Ciudad Nuestra
¿Cómo se define la seguridad ciudadana en el Perú?
La política pública de seguridad ciudadana tiene como propósito proteger los derechos y libertades fundamentales de los hombres y mujeres que viven en el Perú, frente a las amenazas de las distintas formas de violencia y delincuencia. Cuenta con cuatro componentes fundamentales, a saber, la prevención, la persecución del delito, la rehabilitación y reinserción social, y la atención y protección de las víctimas.
¿Se encuentra la trata de personas dentro de esta definición?
La trata de personas es un delito grave que vulnera la libertad, la integridad y la dignidad de quienes se encuentran sometidas a ella. Tan grave es este delito que uno de los tres protocolos de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional está referido a él, obligando a todos los Estados a colaborar en su prevención y persecución, así como en la protección a sus víctimas. Por ello, toda política nacional de seguridad ciudadana debe incluir inevitablemente la lucha frontal contra la trata de personas.
En las encuestas sobre seguridad ciudadana, tanto el INEI como Ciudad Nuestra incorporan a la victimización como un indicador importante. ¿Qué mide la victimización?
La victimización, medida a través de las encuestas de opinión pública, pretende establecer la extensión e intensidad del fenómeno criminal, determinando el porcentaje de personas u hogares que fueron víctimas de un delito los últimos seis meses o el último año. Otra forma de medir la victimización es a través de las estadísticas policiales. Ambos instrumentos son útiles para conocer el nivel de ocurrencia de delitos. Sin embargo, a diferencia de las estadísticas policiales que solo dan cuenta de los delitos denunciados, las encuestas de victimización dan cuenta del número total de víctimas, hayan éstas denunciados los delitos ante la Policía o no.
¿Se debería de integrar dentro de éstas la trata de personas?
Las encuestas de victimización son muy útiles para medir la extensión e intensidad del delito callejero, de naturaleza fundamentalmente patrimonial. De acuerdo a las encuestas de Ciudad Nuestra, más del 90% de los delitos son patrimoniales (robos al paso, robos en vivienda o local comercial, atracos, robos de vehículos y autopartes, y estafas).
Hay ciertas formas delictivas como los homicidios, el tráfico de armas o la trata de personas que requieren otros instrumentos de medición, que pueden ser las estadísticas policiales. Algo similar ocurre con la violencia contra la mujer, que a la luz de las encuestas de victimización parecería no existir, pero que de acuerdo a encuestas especializadas arroja niveles altísimos. El problema con la trata de personas es que, a pesar de los esfuerzos de CHS Alternativo y otras instituciones públicas y privadas, aún es un fenómeno poco visibilizado, por cuanto no todas sus víctimas o sus familiares lo denuncian, en muchos casos porque no se consideran tales o porque es un medio de subsistencia. Por tanto, más que estudios cuantitativos, lo que hoy más se requiere son estudios cualitativos, especialmente donde este fenómeno se expresa con mayor intensidad. Ello permitirá conocer mejor la dinámica criminal y adoptar mejores políticas públicas para enfrentarlo.
Reporte Alternativo