Artículo extraído de peru.com por dimas jack soria.
Cada día es más dramática la situación de los niños de Tingo María, tal como se puede apreciar en las cajonerías, otros haciendo trabajos pesados en las chacras y en la misma ciudad.
Las vacaciones escolares son justamente para que los niños puedan respirar tranquilidad. Sin embargo, en esta parte del país no es así. Cada día se incrementa la cantidad de niños deambulando por las calles en busca de un trabajo eventual.
Tal es el caso de Jonatán, un niño de nueve años con las manos ampolladas y con cicatrices producto de las constantes martillazos y las huellas imborrables a tan dura labor, sólo para ganar 10 céntimos por armar un cajón.
Este pequeño nos cuenta que tiene que levantarse a las 3:00 am y trabajar hasta las 5:00 de la tarde para poder llevarse unos ocho soles diarios producto de 15 horas de trabajo duros.
Otra de las niñas que también trabaja es Cintia, una nena de 10 años quien sueña con ser una doctora para que ayude a curar a los niños pobres de su región. No obstante, se puede notar el cansancio del cual es víctima al tratar de clavar los cajones de fruta.
Darío es otro de los que tratan de sobrevivir en medio de la nada, con desventaja de ser huérfano y se resigna a vivir a lado de su abuela. Aun con pesar, reflexiona y me hace la pregunta: ¿por qué la vida es dura con los niños?
En ese momento, yo trague saliva y se me hizo un nudo en la garganta. Trate de darle ánimo y un abrazo de paz, prometiéndole que tomaré en cuenta su pregunta.
Pregunté a un dueño de esas fábricas de cajones por qué permite que trabajen los niños y me contestó que esa pregunta lo haría al mismo Presidente, a los Alcaldes y Congresistas, ya que ellos son tan responsables por no dictar leyes que favorezcan a estos nenes.
Trabajo infantil en Tingo María 1
Trabajo infantil en Tingo María 2
Trabajo infantil en Tingo María 3
Trabajo infantil en Tingo María 4
Cada día es más dramática la situación de los niños de Tingo María, tal como se puede apreciar en las cajonerías, otros haciendo trabajos pesados en las chacras y en la misma ciudad.
Las vacaciones escolares son justamente para que los niños puedan respirar tranquilidad. Sin embargo, en esta parte del país no es así. Cada día se incrementa la cantidad de niños deambulando por las calles en busca de un trabajo eventual.
Tal es el caso de Jonatán, un niño de nueve años con las manos ampolladas y con cicatrices producto de las constantes martillazos y las huellas imborrables a tan dura labor, sólo para ganar 10 céntimos por armar un cajón.
Este pequeño nos cuenta que tiene que levantarse a las 3:00 am y trabajar hasta las 5:00 de la tarde para poder llevarse unos ocho soles diarios producto de 15 horas de trabajo duros.
Otra de las niñas que también trabaja es Cintia, una nena de 10 años quien sueña con ser una doctora para que ayude a curar a los niños pobres de su región. No obstante, se puede notar el cansancio del cual es víctima al tratar de clavar los cajones de fruta.
Darío es otro de los que tratan de sobrevivir en medio de la nada, con desventaja de ser huérfano y se resigna a vivir a lado de su abuela. Aun con pesar, reflexiona y me hace la pregunta: ¿por qué la vida es dura con los niños?
En ese momento, yo trague saliva y se me hizo un nudo en la garganta. Trate de darle ánimo y un abrazo de paz, prometiéndole que tomaré en cuenta su pregunta.
Pregunté a un dueño de esas fábricas de cajones por qué permite que trabajen los niños y me contestó que esa pregunta lo haría al mismo Presidente, a los Alcaldes y Congresistas, ya que ellos son tan responsables por no dictar leyes que favorezcan a estos nenes.
Trabajo infantil en Tingo María 1
Trabajo infantil en Tingo María 2
Trabajo infantil en Tingo María 3
Trabajo infantil en Tingo María 4
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