Según últimas cifras, el Perú hasta febrero del presente año, ha entregado permiso temporal de permanencia a 27,905 venezolanos que escaparon de una situación absolutamente perjudicial e insostenible para ellos. Según su percepción, ¿cuánto ha aumentado el número de ciudadanos venezolanos que usan el terrapuerto? ¿En qué porcentaje?
Tengo a la mano un reporte de últimos 3 días de este mes y no registra ningún ingreso o salida de venezolanos. Tenemos europeos, africanos, pero no venezolanos. Sí hay ciudadanos venezolanos en Cusco, pero yo presumo que ellos están viniendo a través de otros medios. Y me remito a las estadísticas que manejamos en el terminal y los manifiestos que las empresas nos dejan.
Es verdad que a partir de la situación económica y política que atraviesa Venezuela, se han abierto las puertas para ellos. Sin embargo, ¿hay migrantes de otras nacionalidades que también pasan por Cusco como lugar de tránsito o destino? ¿Cuáles son las nacionalidades más frecuentes en estas migraciones?
En el año 2015 y 2016 hemos tenido prácticamente el ingreso masivo de centroamericanos, provenientes de Jamaica y de Haití. Se dirigían hacia la hermana república de Brasil. Al año 2017, se venció el plazo de ingreso al Brasil de personas extranjeras sin ningún tipo de visa, por lo tanto, no se reportaron mucho. Este año han empezado a ingresar ciudadanos africanos de Congo, Camerún y Nigeria. Las edades fluctúan entre los 20 y 30 años y hay tanto hombres como mujeres, incluso con niños.
¿Cusco es, en su mayoría, lugar de destino o de tránsito? ¿Cuáles son los destinos más comunes hacia dónde van los migrantes? ¿Existe un patrón que se sigue entre nacionalidad y lugar de destino?
Cusco es un lugar de tránsito. Durante el 2015 y 2016 hemos detectado a los “coyotes”, que son personas que dominan el español y que esperaban a los haitianos y jamaiquinos en las fronteras de Tumbes y Ecuador para trasladarlos hasta Brasil. La ruta era desde Tumbes a Lima, Cusco, Puerto Maldonado hasta Iñapari (ciudad de la frontera con Brasil). Por eso cobraban un promedio mínimo de 3000 dólares.
Sabemos que en los terrapuertos hay personas que no se movilizan de forma voluntaria, sino que están siendo víctimas de trata de personas. ¿Cómo hacer para proteger a los migrantes, venezolanos o de otras nacionalidades del delito de trata de personas?
Durante estos años hemos tenido que ser extremadamente flexibles porque se trataba de leyes brasileras que permitían a los haitianos prácticamente el ingreso gratuito con la finalidad de utilizar su mano de obra en el Brasil. Por tanto nosotros los orientamos, les brindamos la información para que viajen y no sean explotados o que no se dejen engañar.
¿Cómo se trabaja en la prevención de este delito desde un espacio tan clave como un terminal terrestre?
Efectivamente, hemos sugerido a las empresas para que acrediten correctamente a los pasajeros de toda procedencia y les den las garantías debidas en el trayecto y el transporte. Además, verificar que tengan la documentación del caso. En materia legal, cuando los migrantes arribaban al Cusco, nosotros hemos tratado de brindar todo el apoyo y orientación para que no se dejen sorprender.
¿Han implementado o planificado acciones de prevención para evitar trata de personas y tránsito de niños, niñas y adolescentes?
Creo que nos falta avanzar mucho en el tema de la prevención. En el transcurso de estos últimos días, a las localidades de Puerto Maldonado y Puno han viajado 68 menores de edad. Un 70 % mujeres y el resto varones. Sin embargo, estas personas la mayoría viajan con una diversidad de documentos: la autorización notarial o judicial, la autorización de la policía por supuesta pérdida de documento y otras con la autorización de los padres. Lo conveniente sería tener una sola norma para los menores de edad que viajen. A los centros mineros y lugares de explotación sexual son conducidas bajo estos pretextos.
Por eso, también sería bueno que el tema de la trata de personas y la explotación sexual se incluya en los currículos escolares. Sería importante esa orientación a los jóvenes, porque ellos son susceptibles de ser engañados. Pero además tenemos sitios en Cusco donde se publican falsas ofertas laborales y sería importante que autoridades como el Ministerio de Trabajo también ejerzan acciones de control y prevención en esos lugares.