Madre de Dios registró 54
denuncias por trata de personas durante el año 2014, según cifras del
Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Publico
Puerto
Maldonado - De las 2,241 denuncias por el delito de trata de personas,
reportadas del 2009 al 2014 en todo el Perú, Madre de Dios ocupa el tercer
lugar con 227 casos, lo que representa el 10.1% de los casos a nivel nacional,
luego de Lima y Loreto que registran 350 y 243 casos respectivamente, de
acuerdo a cifras del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público.
CHS
Alternativo, gracias al financiamiento de USAID e ICCO Cooperación-SOAIDS,
brindó un taller de capacitación al personal técnico de los espacios de
acogida y atención para víctimas de trata de personas de la región. El objetivo
de esta actividad fue generar capacidades y conocimientos en los equipos
multidisciplinarios orientados a brindar atención adecuada a las víctimas de
trata de personas, bajo un enfoque de derechos humanos, género e
interculturalidad.
Asimismo,
en el marco del fortalecimiento de las estrategias de participación ciudadana
en la lucha contra la trata de personas a nivel nacional, el Vicariato
Apostólico de Puerto Maldonado, la Mesa de Concertación de lucha contra la
Pobreza de Madre de Dios y CHS Alternativo realizaron la primera reunión de la
Veeduría Regional Mirada Ciudadana.
Las
Veeduría Mirada Ciudadana es un espacio de coordinación de la sociedad civil
que tiene como finalidad promover
una cultura de vigilancia y control en los ciudadanos, y de rendición de
cuentas en los funcionarios y autoridades para fortalecer la labor de auditoría
social, incrementar el acceso a información sobre la problemática definida,
favorecer el intercambio de experiencias y generar conocimiento recíproco entre
sus integrantes.
Datos
Madre de Dios
- Las provincias de Tambopata (Delta 1) y Manú son las zonas que presentan mayor número de casos de trata de personas.[1]
- Alrededor de 4,5000 mujeres son víctimas de trata en más de 420 locales detectados en Madre de Dios.[2]
- Empresas formales tienen tratos con bares clandestinos y captan a jóvenes para enviarlas a ser explotadas en zonas mineras.[3]