Antes de que Paúl Mostacero empezara a trabajar en las calles, en enero de este año, tenía siete años menos. Ahora parece un joven de 18 sobre quien recae la pesada responsabilidad de trabajar para mantener su hogar.
Paúl, de 11 años, ha dejado de ser niño para convertirse en hombre. La necesidad material lo obligó a reemplazar la pelota, sus juguetes y sus sueños de niñez por un trapo sucio, un balde con agua y la indiferencia de extraños que lo evaden durante la noche.
Pero Paúl se ha vuelto hombre, también, porque aprendió a evadir los peligros de la calle. El niño ha convertido la esquina de la cuadra cuatro de la avenida España con Juan Pablo II, a la altura del cuerpo de Bomberos, en su centro de trabajo limpiando lunas de carros.
Desde aquí ha visto de todo y se ha topado con todos: robos, accidentes, borrachos, imprudentes. Cuenta que hace algunos semanas, una señora sufrió el robo de su cartera. Ese día hizo 15 soles limpiando parabrisas en casi cinco horas de trabajo. “Le di ocho soles porque la señora no tenía para su taxi. Me dio impotencia ver que la arrastraron por quitarle su cartera. Al día siguiente, la señora pasó por aquí en la noche y me devolvió 10 soles”, recuerda.
Quizá por esto anhela ser policía. Aunque para ello primero deberá culminar el colegio. Hoy Paúl cursa el sexto grado de primaria. Asegura que estudia por las mañanas y trabaja por las noches. Su madre Sonia vive en Argentina desde hace unos años. Desde la tierra del tango trabaja duro para enviar el dinero que les permita subsistir a Paúl y su hermano menor Erick, quien se queda bajo la tutela de su abuela cuando él trabaja.
Esta es la historia de Paúl, pero bien puede ser la historia de cualquiera de los casi 80 mil menores que realizan trabajos forzados en la región.
Cifras que preocupan
Según información de la Gerencia Regional de Trabajo, El Porvenir es el distrito trujillano con el mayor índice de casos de explotación infantil. Además, se detectó que la mayoría de estos menores trabajan en la industria del calzado, minería informal, ladrilleras, molinos de arroz y en la quema de caña.
“Estimamos que hay no menos de 80 mil niños que trabajan en La Libertad. Se tiene como referencia que en El Porvenir hay una gran cantidad de menores que trabajan en la industria del calzado. En la minería informal también hemos identificado la presencia de menores y en otras actividades de riesgo para su integridad”, mencionó el titular de esta cartera regional, Otto Vargas Barrantes.
Precisó que los menores desde los 15 años realizan trabajos forzados, aunque en algunos casos detectaron que niños de 10, 11 y 12 años también se exponen al peligro al ser obligados a trabajar en condiciones riesgosas.
Agregó que para reducir la explotación infantil se ha conformado el comité regional de prevención contra el trabajo infantil —integrado por instituciones públicas y privadas— a fin de elaborar una base de datos con los casos específicos de abuso contra los niños.
“Lo que queremos es reducir los índices de explotación. Estamos analizando la manera de crear una línea de base para identificar a los menores que son explotados. Actualmente no lo contamos pero estamos en ese camino”, mencionó Otto Vargas.
http://laindustria.com/trujillo/local/el-porvenir-lidera-indice-de-explotacion-infantil-en-trujillo