La trata de personas en Sullana


Parece que el tema no tiene importancia pero es tan serio que una vez leído no deja de comprometernos como ciudadanos y como cristianos, si es que lo somos. Quiero partir de un hecho que la cadena de noticias CNN en español dedicó hace algunas semanas. El título de la campaña era: "Operación libertad” y trataba sobre la trata de personas que es no es otra cosa que la compra y venta de personas, uno de los delitos más crueles y lucrativos del mundo y una nueva y terrible forma de esclavitud moderna.

La campaña estaba dirigida a las víctimas y a sus captores para que las primeras sean conscientes de que no están solas y que lograrán su libertad y para que los “beneficiarios” sean denunciados y castigados. Se pedía, finalmente, que los Estados se comprometieran en esta carrera contra un delito que crece impune en muchos países.

Como se puede ver, el tema alcanza nada menos que al propio Estados Unidos ya que según esta cadena noticiosa alrededor de 9 mil personas cada año son vendidas y compradas en este país. En ese sentido, es importante conocer el tema y sus consecuencias, ya que también nos afecta, en particular en zonas de frontera, como es el caso de la provincia de Sullana, en Piura.

Debemos saber que son las mujeres de distintas edades las principales víctimas de este comercio, que afecta gravemente sus vidas ya que las consecuencias son terribles para ellas y sus familias. El segundo dato es que las mujeres víctimas provienen sobre todo de los sectores pobres, campesinos y nativos, y por tanto  más vulnerables. Los mecanismos de captación casi siempre están vinculados a la oferta engañosa de mejorar su condición económica. Así, entran en relación con sus empleadores considerados como “salvadores” de manera muy confiada. Además, las personas que las invitan son normalmente personas conocidas y de su entorno familiar. Finalmente, les hacen creer que será breve el tiempo que entren en el negocio y que ayudará no solo a ellas sino a sus familias.

Otra circunstancia que rodea esta red de explotación y esclavitud es que está vinculada a bares, restaurantes y prostíbulos, muchos de ellos sin licencia de funcionamiento. Precisamente son en este tipo de negocios donde llegan a “trabajar” las adolescentes, jóvenes o adultas y donde son explotadas laboral y sexualmente por sus captores. Otro dato es que las provincias de frontera son las zonas por donde transitan más este tipo de delincuentes trayendo y llevando a sus víctimas, reteniendo sus documentos y trabajando muchas veces en complicidad de malas autoridades policiales o migratorias. En el Perú, por desgracia Puno y Piura son dos de los departamentos con más incidencia en este tipo de delitos.

En la provincia de Sullana el problema está presente de manera alarmante y vergonzosa en bares, restaurantes, casas de cita, salones de baile, donde llegan menores de edad traídas de Tarapoto, , Jaén y de los caseríos “serranos” del mismo Piura. La condición de ser provincia de frontera hace que vengan mujeres del Ecuador y Colombia y a su vez peruanas son llevadas a esos países.

¿Qué podemos hacer para detener y castigar a los culpables de este delito que degrada nuestra condición de ciudadanos y cristianos? Felizmente tenemos ciertos medios para denunciar de manera anónima y por vía telefónica, cuando sepamos de estos casos, a diversas instituciones que trabajan a favor de la libertad y la dignidad de nuestras mujeres. Si somos creyentes debemos saber que esto representa un pecado gravísimo y que quienes colaboran con la ejecución de estos delitos están lejos y en contra de Dios ya que destruyen los cuerpos y la dignidad de las personas.

http://www.noticiasser.pe/03/10/2012/temas-de-fondo/la-trata-de-personas-en-sullana

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