Las trajeron con engaños desde Apurímac para prostituirlas. Delincuente las retenía en una casa del Callao.
Agentes antisecuestros rescataron ayer a tres adolescentes que fueron traídas con engaños desde el departamento de Apurímac para ser prostituidas en Lima.
Las menores eran retenidas por el delincuente Néstor Campos Zevallos, de 32 años, en una tugurizada vivienda del Callao.
Una brigada especial allanó de madrugada el inmueble de la calle Arequipa Norte 530, interior 4, y atrapó al hampón.
Maltrechas
En el predio encontraron maltrechas a las agraviadas Paty F. C. (16), Susana U. V . (15) y Esther T. S., de 17 años de edad.
Las tres dijeron entre lágrimas que habían sido engañadas por una mujer que las trajo a la capital desde su natal provincia apurimeña de Abancay, días antes de la Navidad pasada.
Aseguraron que ofrecieron pagarles hasta 2,000 soles por trabajar como meseras en centros nocturnos, pero, una vez en Lima, pretendieron obligarlas a prostituirse.
Aseguraron que el detenido, bajo amenazas de muerte, quiso explotarlas sexualmente. Néstor Campos Zevallos es natural del distrito de Mazamari, provincia de Satipo, departamento de Junín. Nació el 12 de octubre de 1976.
Traficante de menores
Inquilinos del solar donde reside Campos Zevallos dijeron a la Policía que el delincuente tenía la costumbre de alojar en su departamento a jovencitas provincianas. "Decía siempre que eran sus sobrinas. No las dejaba hacer amistad con los vecinos", señaló Delfina Iris Dávila.
El dato
Dice la ley. La legislación vigente establece penas de seis hasta ocho años de prisión para los que lucran explotando sexualmente a mujeres. El delito de secuestro es sancionado hasta con 25 años.
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