Detectan millonario manejo en redes de trata

En sólo 12 causas judiciales la Justicia detectó que las redes de trata en Argentina obtuvieron ganancias de más de 130 millones de pesos por la explotación sexual de mujeres, según un informe de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
"El dinero que mueve este fenómeno criminal es muy superior. La aplicación de esa riqueza se destina, entre otras operaciones, a la inversión inmobiliaria, la compra de autos de lujo y la generación de estructuras jurídicas para reciclar el dinero", explicó a Télam el abogado Carlos Gonella, titular del organismo.
El funcionario resaltó que "muchos de los casos que tenemos en trámite se originaron en alertas del sistema financiero". Esto se logró porque la estructura nacional contra el lavado de activos prevista en la ley 25.246 actúa desde la Unidad de Información Financiera (UIF), que regula, por ejemplo, que los bancos cumplan con la obligación de reportar operaciones económicas sospechosas.
Los casos de lavado de activos que tienen relación con el delito de trata de personas "implicaron el manejo de un flujo de dinero de, aproximadamente, 132.500.000 pesos", estipuló el trabajo conjunto de la PROCELAC y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, ambas dependencias del Ministerio Público Fiscal.
El documento, al que Télam tuvo acceso, reveló el circuito de blanqueo del dinero. En los locales comerciales que suelen registrarse como "bares y confiterías", la explotación sexual que se "abona" con tarjeta de crédito se acredita "en una cuenta bancaria determinada, de algún sujeto de la organización delictiva".
El dinero de los tratantes ingresa al sistema financiero "a través de distintas cuentas bancarias y de sujetos que efectúan transferencias o depósitos en efectivo o cheques".
Usualmente, estas operaciones procuran no superar los límites establecidos que puedan alertar a las autoridades o que obliguen a las entidades bancarias a elevar reportes a los organismos de control.
Por lo general, el dinero se desvía a sociedades anónimas, locales o extranjeras, constituidas "legalmente", simulando la prestación de algún servicio que justifique el capital.
Los delincuentes suelen recurrir a personas de su confianza para usarlos como "prestanombres o testaferros. De allí la relevancia que tiene para estas investigaciones el avanzar sobre los círculos íntimos de los investigados por el delito de trata de personas", destacó el procurador. El informe recorre distintas causas, en diferentes lugares del país. Una de ellas involucró al llamado "clan Alé", integrado por una docena de personas, algunas que fueron juzgadas por la desaparición de Marita Verón en Tucumán, a quien se vio por última vez en 2012.

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