Casi 200 niños de provincias llegan a Lima para trabajar por vacaciones


Problema social. Menores viven en casas alquiladas o de familiares, que se ubican en SJL, La Victoria y El Agustino. Según el Ministerio de la Mujer, en el 2013 rescataron a más de 4.600 de trabajos y mendicidad.

Hace cinco minutos lustró un par de zapatos y no sabe si el siguiente demore horas. Gerson (14) espera recostado en un muro, bajo la sombra. Mide cada palabra que va a decir y observa con atención a su escasa y potencial clientela. Dice que no tiene miedo a su "trabajo", pero en segundos se va corriendo por todo el jirón Ica, en el centro de Lima. Huye de las miradas y las preguntas.

En los últimos 10 años, este adolescente andahuaylino ha llegado a la capital solo para trabajar durante sus vacaciones. Vende ropa o lustra zapatos por 40 soles diarios. En dos semanas retornará a su ciudad natal para cursar el tercer grado de secundaria. "Trabajo para tener plata y comprar mis útiles escolares", se confiesa. Y es que lo que juntan sus padres, lustrando calzado, es insuficiente.

En vacaciones, hay más niños y adolescentes trabajando en las calles de Lima. Así, en lo que va del año se han identificado a unos 177 menores laborando en el centro histórico. Entre las 9:00 a.m. y 5:00 p.m., las avenidas Tacna o Abancay se convierten en escenario de ventas de golosinas, frutas, comida o de lustrabotas. Similar es el panorama en Nicolás de Piérola, Puno, Wilson o Grau. Lo recaudado es administrado por los niños o sus madres; y sirve para solventar sus estudios.

Trabajan solos

Según el Programa Nacional Yachay, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, la mayoría de estos menores (entre 9 y 13 años) trabajan solos. También hay quienes se encuentran en compañía de sus padres (ver infografía).

Ellos permanecen en cuartos alquilados o  en la vivienda de algún familiar, que se ubican en La Victoria, San Juan de Lurigancho (SJL) y El Agustino (donde se aloja más del 20%). "Están en Yerbateros, 28 de Julio o el cerro San Cosme. Es una población itinerante: llega a inicios de enero; y en abril ya se está yendo", explica Amelia Cabrera, directora del programa Yachay.

Daysi (13) vive en el cerro San Pedro (El Agustino), trabaja cerca de la plaza San Martín y en menos de 10 años quiere estudiar en una universidad. Mientras oferta bolsas de tunas, su padre lustra zapatos. Como Gerson, busca costear sus útiles escolares cuando regrese a Huancavelica. A diario, se acurruca en una pared, hasta que llegue algún agente municipal y la expulse. A los 10 minutos regresa a su punto de venta.

Estos casos de trabajo infantil no tienen vínculos directos con la mendicidad, debido a que en esta se obliga a los menores a pedir dinero y recurrir a una dádiva para sobrevivir, según detalla Jorge Vega, comisionado de la Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia de la Defensoría del Pueblo.

El Ministerio de la Mujer precisa que en el 2013 más de 4 mil 600 niños fueron rescatados a nivel nacional de las calles donde trabajaban, eran mendigos o víctimas de explotación. "Los sujetos que explotan a los niños los movilizan desde Lima norte y sur hacia distritos con mayor población y de 'economía alta' como San Borja, La Molina y la zona del centro de Lima", detalla el viceministro Julio Rojas.

No deben trabajar

Según el Decreto Supremo 003-2010-MIMDES, los adolescentes no deben trabajar en la vía pública, pues se considera una labor peligrosa. En caso que no se respete dicha medida, el empleador puede ser sancionado con una pena entre uno y cuatro años de prisión. "Aunque haya autorización de los padres, ningún menor puede laborar en la calle", indica Jorge Vega.
Para contrarrestar el trabajo infantil en el país, es necesario –según especialistas– un urgente trabajo coordinado entre los Ministerios de Trabajo, de la Mujer, así como el Ministerio Público. También se recomienda implementar políticas públicas, actualizar la normativa y reconocer estos casos como un problema nacional.

Mientras tanto, Gerson y Daysi esperan sus próximas vacaciones escolares para seguir trabajando en la capital.

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