Contra la trata de personas

La lucha contra la trata y tráfico de personas es una tarea permanente a la que no podemos dejar de mirar y sobre todo actuar para desaparecerla de la faz de la tierra. La sociedad peruana, como cualquier otra, no es ajena a este tipo de criminalidad, que consiste en el secuestro de hombres, mujeres o niños con el fin de explotarlos sexual o laboralmente.
Pese a los adelantos del actual mundo desarrollado, pese al avance de las acciones que se realizan contra este problema, y pese a que los avances tecnológicos permiten identificar mejor a las personas, sucede que hay todavía mentes enfermas que por ganar un puñado de dólares son capaces de vender o esclavizar a las personas, sobre todo a mujeres y niños, llegándose incluso al extremo de comerciar sus órganos vitales.
Ni la costa, sierra o selva se salvan frente a este mal y esta mafia especializada en la trata de personas, donde quizá hasta la magnitud de su accionar no se conozca realmente, pero urge que los gobernadores regionales no le rehúyan al problema y se empoderen más para que busquen por todos los medios de extirpar la trata de personas en sus provincias y distritos. Estamos seguros que si ponen sus mejores oficios y se interesan de verdad, su interés contagiará a más instituciones para que procedan a dar pasos más concretos de cooperación con el objetivo de ubicar a los responsables de este tráfico ilícito, donde los pobres son los más vulnerables.
Justo es reconocer que la Policía Nacional del Perú frecuentemente viene realizando operativos para rescatar a miles de personas que experimentan lo peor al ser sometidas a una vejación en sus derechos más elementales, cuando son explotadas laboralmente o cuando son sometidas a trabajar sexualmente bajo la amenaza de recibir las palizas de los mafiosos si es que se rebelan al enclaustramiento o la amenaza de atentar contra sus seres queridos más cercanos. Este temor hace que mucha gente se quede callada.
De otro lado, si bien existe el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el mismo que viene realizando una serie de acciones para paliar la trata de personas, bueno sería que no le dejemos toda la tarea a esa institución y procedamos a exigir a todas las entidades públicas a comprometerse en el tema. Por eso queremos instar a todos los ciudadanos, sean funcionarios públicos o realicen actividades particulares, a fin de que traten de ayudar a detectar casos de trata de personas ya sea que ocurran en sus vecindarios, en sus centros de labores o cuando están de paso por alguna región. Pues a veces sucede que hay numerosos casos sospechosos a nuestro alrededor y debemos extender una mano a amiga a este tipo de víctimas que no solo merecen la defensa del Estado sino de la sociedad toda.
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