MIMP: ´Muchos niños que trabajan corren el riesgo de ser violentados´


El trabajo infantil doméstico es el conjunto de actividades realizadas por personas menores de 18 años en hogares de terceros con los que la niña, niño o adolescente no tiene relación de parentesco en línea directa.

Impide el acceso, rendimiento y permanencia en la escuela y se lleva a cabo en condiciones que afectan el desarrollo educativo, psicológico, físico, moral o social.

“El trabajo infantil doméstico es un problema serio. Muchas veces se llega a convertir en trata de personas, estos niños no reciben pago, no se les permite tener contacto con sus familias y muchas veces son violentados psicológica y sexualmente”, dijo Jhon Gamarra, Director de Sistemas Locales y Defensorías de la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

La educación es uno de los principales derechos que se vulnera, pues las tasas de abandono y repitencia son altas. Pero también la salud física y emocional porque muchas veces los menores son sometidos a ofensas, maltratos, comparaciones y discriminación.

El trabajo infantil doméstico es difícil de diagnosticar:
Gamarra indicó que hay muchos niños que trabajan y no se reconocen como tal porque aseguran que solo están ayudando, y agradecen que les den techo o un plato de comida.

“Muchos niños trabajan y no dicen que están trabajando, dicen que ayudan y es difícil ahondar en el tema y hacerlos entender y descubrir que son explotados en las casas donde trabajan”, aseguró.

Asimismo, el representante del Ministerio indicó que el trabajo infantil doméstico afecta el rendimiento escolar de muchos niños, lo cual los va obligando a dejar la escuela y como consecuencia no desarrollan capacidades que en un futuro les permitirá desarrollar trabajos técnicos.

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