Luego de percatarse que el menor sufría de ataques epilépticos. El presunto secuestrador, que lo sometían a explotación infantil, intento devolverlo, pero los policías de Sicaya le seguían los pasos y lo capturaron.
El 22 de julio, el niño Jairo C.P.(10), fue interceptado por Efraín Santos Romero, que lo lleva a su casa y junto a su cómplice lo traslada a Lima en un vehículo, para ser explotado laboralmente.
La madre denunció la desaparición y los policías de la comisaría de Sicaya iniciaron una investigación para dar con el paradero del menor.
LE ECHAN AGUA. Con voz entrecortada Jairo contó que en Lima lo mantuvieron encerrado por 5 días, y cuando sufría sus ataques de epilepsia, lejos de auxiliarlo le echaban agua.
Los secuestradores llamaron a la madre, Sabina Palomino Rosas, y le permiten hablar con su hijo. Además le proponen hacer un documento judicial para simular que tenían la autorización de la madre para trasladar al menor a Lima.
Entonces los custodios montan un operativo. El 27 de julio a las 18:00 horas, Efraín Santos Romero llega con el menor a Sicaya, lo envía y a 4 cuadras de distancia, los policías de la comisaría de Sicaya, lo capturan. El sujeto se niega a dar el nombre y el paradero de su cómplice en Lima, pero la policía le sigue los pasos a esta mafia de tratantes de niños de Lima.
Cabe precisar que el sujeto será procesado por trata de personas, secuestro de un menor explotación infantil y por mantenerlo cautivo por 5 días.
El caso está a cargo de la Sétima Fiscalía Penal de Huancayo. La pena es no menor a 25 años de cárcel.