Por El Comercio
La trata de personas es un crimen cada vez más visible en el país. En los últimos años, el Ministerio del Interior -a través de la Dirección General de Seguridad Democrática- y organizaciones como CHS Alternativo han puesto en relieve los peligros de este delito complejo que se denomina a veces como la esclavitud del siglo XXI.
Según la estadística policial, la mayor parte de casos de trata de personas están vinculados a la explotación sexual de las víctimas. Así lo demuestran, por ejemplo, las numerosas interdicciones que realizan la policía y el Ministerio Público en la zona conocida como La Pampa, en Madre de Dios. Ahí se han encontrado a centenares de jóvenes explotadas en bares y prostíbulos sostenidos por el dinero de la minería ilegal.
En cambio, los casos de trata relacionados con venta de niños son mucho menos frecuentes. El año pasado, por ejemplo, solo el 0,8% de las denuncias que recibió la PNP por trata de personas (725 en total) fueron por el presunto tráfico de menores. Un informe de CHS Alternativo publicado en el 2013 (con información del 2012) también señala que el 1% de los casos de este delito tienen que ver con la venta de niños.
Un caso reciente de presunto tráfico de bebés ocurrió el 27 de diciembre del 2017. La policía arrestó a Liliana Aldave Oliden, de 38 años, en una clínica de Jesús María. Según se informó, ella había ofrecido dinero a una gestante a cambio de su bebé. La madre aceptó el trato, en un primer momento, porque tenía problemas económicos. “Luego de seis horas después de que ingresó la madre a la clínica, se observó a Aldave en el lugar, por lo cual se procedió a la detención”, informó la policía en enero de este año.
Antes, en abril del 2017, la policía rescató en Chorrillos a un niño de dos años que había sido entregado por su madre a una pareja. Según la policía, ellos también se aprovecharon de la pobreza de la mujer. “Me dieron S/1.000 por su voluntad y con esto compré ropa para mis otros hijos. Me prometieron que iba a ver siempre a mi hijo”, dijo Sofía, la madre el niño. Ella puso la denuncia en la policía tras enterarse de que era víctima de trata de personas.
-Caso en Arequipa-
Este martes, en un operativo realizado en la ciudad de Arequipa, la Policía Nacional y el Ministerio Público se llevó a cabo el allanamiento, deserraje, registro domiciliario e incautación en 18 viviendas, una de ellas de propiedad de Raúl Becerra Velarde, ex director general de la Policía Nacional (2010).
El oficial (r) PNP y otras 14 personas son investigadas por el presunto delito de organización criminal, trata de personas, delito contra la vida, el cuerpo y la salud. Ellos son acusados de integrar la organización criminal "Los Desalmados del Tráfico Humano" y de presuntamente traficar con niños en Arequipa.
La cabecilla de la organización criminal es Cintia Tello Preciado, una productora de eventos de belleza, y su pareja, Becerra Velarde, se desempeñaba como colaborador y mano derecha. Los otros miembros se encargaban de la acogida y retención del bebe. Se estima que el costo de un recién nacido está por encima de los S/4.000.
Durante las intervenciones de este martes en las viviendas, la fiscalía rescató a una menor de cuatro meses en el distrito de Cayma. La menor se encuentra en buen estado y está bajo la custodia del Estado. Aún está en investigación cuál era el destino de la bebe, así como los posibles vínculos internacionales, aunque la Fiscalía maneja la hipótesis de que la menor fue comprada para fines de adopciones ilegales o para tráfico de órganos.
Según se informó, esta organización criminal tenía contactos en clínicas donde les brindaban los datos de 'potenciales' gestantes en estado avanzado que accederían a un intercambio económico a cambio de sus hijos.