En los últimos meses se dio a conocer un hecho que removió el país. Se rescataron dieciocho menores víctimas de explotación sexual en el distrito de Mazamarí, de las cuales dos se encontraban embarazadas. Un par de adolescentes fueron encontradas, increíblemente junto a sus padres, que además de ser dueños de algunos de los locales intervenidos, estaban en estado de ebriedad. También se detuvo a dos de las propietarias de los establecimientos y se les abrió proceso por trata de personas.
La trata de personas es uno de los delitos más execrables que ocurren en el mundo, pues priva de dignidad a millones de víctimas a través de trabajos forzados o actividades sexuales a favor de una organización criminal. El Perú no es ajeno a esta problemática que daña actualmente a miles de niños, lamentablemente se desconoce el número de niños que se encuentran en esta situación.
No se cumple la Ley N°28950, ley contra la trata de personas, que dispone que la venta de niños, mendicidad, explotación sexual y laboral, y extracción o tráfico de órganos, serán tipificados como delito de trata de personas el cual puede ser sancionado con pena privativa de libertad de hasta 35 años. Por eso muchos nuños siguen sufriendo en el país.
La trata de personas es una grave violación a los derechos humanos que traerá consecuentemente nefastos resultados en los niños tanto físicos como emocionales. De manera física, los niños corren el peligro de contraer Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), y de manera mental interfiere en su desarrollo psicosocial. El camino para su recuperación será muy largo y difícil.
En la mayoría de los casos, las niñas víctimas de trata, quienes parecen fenómenos de un trauma severo, enfrentarán un mayor riesgo de volver a ser victimizadas y traumatizados por los miembros de los órganos de justicia porque se enfrentan a los malos o tratos insensibles durante los procesos judiciales, particularmente cuando se trata de mujeres y niñas que han sido explotadas sexualmente.
Las principales víctimas de trata en el Perú son los menores de edad, que son obligados a prostituirse bajo amenaza de muerte y maltratos. Las víctimas suelen ser presa fácil mediante los engaños, los cuales pueden ser mostrados en ofertas de trabajos donde no se aclara el trabajo que van a realizar y así es como logran trasladarlos hasta el lugar donde serán explotados.
¿Qué se puede hacer para reducir o poner un fin a este mal?
Se requiere denunciar todos los casos de trata de personas sobre todo cuando se trata de niños. No solamente la publicación de repórtales o propagandas por los distintos medios de comunicación sirven de ayuda. La transformación debe iniciarse desde las instituciones del estado para iniciar una real solución del problema de trata de personas. Este hecho debe considerarse solamente responsabilidad de las autoridades también las personas pueden ayudar a combatir este delito denunciado estos hechos.
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