La prostitución clandestina y la trata de personas en Cajamarca se incrementan pese a los esfuerzos de algunas instituciones de poner freno a este mal no existen cifras exactas debido a que los grupos que las dirigen tienen sistemas extremadamente cerrados, pocas capturas y pocas bandas han sido desbaratadas hasta momento.
¿QUÉ ES LA TRATA DE PERSONAS?
La trata de personas es una forma de esclavitud (sexual o laboral) que involucra el secuestro, el engaño o la violencia.
Las víctimas de trata suelen ser reclutadas mediante engaños (tales como falsas ofertas de trabajo u ofertas engañosas que no aclaran las condiciones en las que se va a realizar el trabajo ofrecido) y trasladadas hasta el lugar donde son explotadas.
En los lugares de explotación, las víctimas son retenidas por sus captores mediante amenazas, deudas, mentiras, coacción, violencia, entre otros mecanismos, y son obligadas a prostituirse o a trabajar en condiciones infrahumanas.
EL PROBLEMA DE LA TRATA EN CAJAMARCA
Cajamarca es una de las ciudades peruanas con más clubes nocturnos. Con una población que sobrepasa los 200 mil habitantes, tiene más de 200 locales dedicados al ilícito negocio de la explotación sexual y de la prostitución.
El problema surgió a comienzos de los `90 cuando se dio el llamado “boom” minero. Si bien según registros históricos, según lo ha referido el mismo historiador Ravines, la prostitución en Cajamarca siempre existió, esta se daba en espacios muy cerrados y en esferas casi secretas, sin embargo es a comienzos de los `90 que se expande vertiginosamente y que su crecimiento se hace explosivo.
La prostitución en Cajamarca ha tenido un crecimiento violento y se evidencia cada vez con mayor fuerza. Los clubes nocturnos, que no son otra cosa que prostíbulos disfrazados de bares con luces rojas y fosforescentes en donde se comercializa con el sexo y se explota a cientos de mujeres de distintas procedencias.
LA HISTORIA DE TANIA
“Tania” tiene 17 años, puede ser modelo por su extrema belleza, trabaja en un “club nocturno” cerca de un centro comercial muy afamado. Llegó de una provincia cercana a estudiar en una universidad privada, al poco tiempo las necesidades económicas la absorbieron y acabó aceptando la propuesta de una señora vieja en el oficio. Su trabajo empieza a las tres de la tarde de cada día, se sienta en uno de los bancos en medio de la penumbra del club, mientras los ocasionales clientes van llegando. Ella hace el trabajo de acompañante, por cada trago que su cliente le invita ella recibe un tique que luego lo canjea por un sol cada uno. Solo hay que acompañar y hacer que el parroquiano gaste, la casa siempre gana.
FLOR DE FANGO
El parroquiano luego de varios tragos y de breves caricias y manoseos decide que quiere salir con ella. La salida cuesta 250 soles, hay que dejar 100 soles en caja y 150 soles son íntegros para “Tania”, el parroquiano debe pagar el hotel y la movilidad y hay que apurarse porque el reloj empieza a marcar y el plazo es exacto, solo una hora. Otras chicas realizan el mismo trabajo desde otras mesas, todas sufren la misma soledad, cada una tiene una historia diferente. Tania estudia en una universidad privada y espera salir un día del fango en el que hoy está sumergida. ”Esto es temporal, después voy a poner un negocio y seré administradora” dice mientras se toma un agua mineral.
LAS OTRAS TANIAS
Así como “Tania” hay otras menores de edad en ese antro, otras menores de edad que trabajan para la misma señora a quien llaman cariñosamente mami aunque en realidad se trata de “La Techi” un ícono del oficio. La prostitución en Cajamarca se ha institucionalizado y hay cierta complicidad en las autoridades que no han abordado frontalmente el tema.
Cajamarca está poblada de Tanias, el ejercicio de la prostitución es clandestino casi en su totalidad y existe una red bien organizada que explota sexualmente a menores de edad y de otras personas que ya no lo son.
MUJERES INVISIBLES
Hace unas semanas un proxeneta fue puesto al descubierto gracias a las rondas urbanas, una de las denunciantes, menor de edad, que era explotada por el miserable hizo pública su denuncia y refirió que el sujeto trabajaba coludido con ciertas autoridades, la denunciante asegura que se trata de un fiscal que sería pariente del proxeneta y de algunos funcionarios municipales, además de ciertos efectivos policiales, si bien la denuncia ya se hizo será el Ministerio Público quien realice las investigaciones y el Poder Judicial determinará las responsabilidades penales.
Según la denunciante en esa red de prostitución, existen varias menores de edad que habrían sido reclutadas de varias regiones del país y el proxeneta además les alquila las habitaciones y les da pensión S/250 pagan por alquiler de una habitación semanalmente, mil soles al mes “Como se gana se gasta” dice pensativa.
LAS CALLES ALEDAÑAS A LA PLAZA
En el perímetro del mercado central y en las calles aledañas a la Plaza de Armas se han convertido en un punto de convergencia durante las 24 horas del día para mujeres de todas las edades que se prostituyen a vista y paciencia de las autoridades pese a que es un ejercicio ilegal. Aquí los servicios oscilan entre 20 y 50 soles, incluye SIDA y enfermedades venéreas. Travestis y mujeres comparten las aceras y el frío de la noche.
EL POLVORÍN
El Polvorín, es un prostíbulo legal ubicado a unos kilómetros de Cajamarca en la salida a la costa, cuenta licencia y quienes allí laboran tienen su carnet de sanidad lo que debería brindar cierta garantía a los parroquianos. Una de sus características es la presencia de bellas extranjeras por módicos precios S/. 30.00 por servicio, ello explica porque las habitaciones de estas personas están atiborrados de largas colas. A la colombiana le encanta el ron Caldas, aunque la soledad y el abandono al final de la jornada es siempre la misma.
¿CAJAMARCA NECESITA UNA ZONA ROSA?
Sería lo ideal para poder ejercer una real supervisión sobre las personas que trabajan en ella y evitar que se siga explotando sexualmente a cientos de menores de edad en prostíbulos clandestinos. Más allá de la mojigatería sería adecuado que se estudie el problema en su real dimensión y se apliquen fórmulas que puedan paliar este terrible problema social.
A TENER EN CUENTA
El Código Penal sanciona este delito de trata de personas con pena privativa de libertad no menor de ocho años ni mayor de quince años, de acuerdo al artículo 153.
En su forma agravada, cuando es cometido en contra de un menor de 14 años y cuando el criminal pertenece a una organización delictiva, el artículo 153-A sanciona con una pena privativa de libertad no menor de 25 años.
La mayoría de mujeres explotadas sexualmente en Cajamarca provienen del interior de la región y de la selva, según estudios de CHS.