Los esfuerzos por erradicar la explotación infantil aún son pocos. Cada día miles de niños y niñas viven explotados afectados su salud mental, su educación y desarrollo. Como parte del plan de erradicación de este problema, hoy se conmemora la firma del compromiso de los países Latinoamericanos para lograr las metas establecidas al 2015 de erradicar las peores formas de trabajo infantil y eliminarlo en su totalidad al 2020.
“El trabajo infantil genera un grave impacto psicológico en los menores, pues realizan actividades que provocan estrés”, así lo dijo el viceministro de Poblaciones Vulnerables del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Julio Rojas Julca.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entre enero y marzo de este año, casi 4 de cada 10 peruanos son niñas, niños y/o adolescentes, menores de 18 años.
De una población total de siete millones de niños y niñas, 1.6 millones entre los 6 a 17 años ya trabajan y muchos de ellos son explotados. Entre los menores de 14 a 17 años, 3 de cada 10 trabaja, y de este total, el 33.9% lo hace más de 36 horas a la semana, lo cual ya no es trabajo sino explotación.
El viceministro del MIMP también dijo que en el Perú los esfuerzos por erradicar la explotación se plasman en la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil 2012-2021 (ENPETI), cuya meta es la eliminación del trabajo infantil peligroso de niños, niñas y adolescentes.
De otro lado, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo 215 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan, y según la OIT esto disminuye su desarrollo integral y el disfrute pleno de su niñez.