Representantes del empresariado peruano y organizaciones internacionales se comprometieron hoy a respetar los derechos de los niños y niñas, y evitar el impacto negativo que pudiera tener la actividad empresarial sobre ellos.
Este compromiso fue plasmado en una declaración que suscribieron e hicieron pública esta mañana.
El representante de Unicef en el Perú, Paul Martin, dijo con esta iniciativa comienza un proceso de identificación de intereses mutuos que requiere de un diálogo nacional entre empresarios, sociedad civil y el Estado peruano.
"El involucramiento de las empresas en la protección de los derechos de la infancia ocurre en la región y es global. Esperamos concretar un plan de acción cuanto antes, pero sabemos que requiere de tiempo para establecer acuerdos", comentó a la agencia Andina.
Agregó que el éxito de la declaración descansará en el seguimiento que se haga del cumplimiento de ella y destacó que por primera vez se activarán los derechos de la infancia tales como asegurar, por ejemplo, que los negocios que empleen niños (mayores de 14 años) respeten sus derechos, puntualizó Martín.
Para Inés Temple, presidenta de Perú 2021, organización que agrupa a más de 100 empresas peruanas socialmente responsables, la declaración confirma el deseo que tiene cada una de ellas de que el Perú tenga una clase empresarial más comprometida.
"La declaración se suma a una meta muy clara que tenemos, de que los empresarios del Perú sean, antes de cinco años, los más socialmente responsables en la región. Tenemos un plan estratégico que estamos desarrollando pues la responsabilidad social es parte del corazón de la estrategia del negocio", manifestó.
Ambas personalidades representan a instituciones que expresaron públicamente su adhesión a la declaración como Diego De la Torre de Global Compact; Juan Mulder, director de Empresarios por la Educación; Teresa del Carpio, asesora regional de Save The Children y Mayda Ramos de la Defensoría del Pueblo.
Todos ellos además se comprometieron a cumplir la legislación nacional en relación a identificar las peores formas de explotación infantil, no vulnerar la identidad de los niños, respetar y poner en práctica la opinión de sus opiniones e informar ampliamente en las empresas, a todo su personal, sobre los derechos del niño.
Se calcula que en el mundo existen 215 millones de niños y niñas que realizan trabajos infantiles, 101 millones que no asisten a la escuela y aproximadamente 51 millones que no tiene certificado de nacimiento.
