Sentencian a 22 y 20 años de cárcel a 3 féminas por Proxenetismo y Trata de Personas


El doctor Richard Almonacid Zamudio, Juez Penal del Juzgado de Kimbiri, sentenció a  22 años de pena privativa de libertad a Nelly Huachaca Cabrera y Antonia Borda Quispe, como autoras del delito contra la Libertad – Violación de la Libertad Personal, en la modalidad de Trata de Personas y Proxenetismo en la modalidad de favorecimiento a la prostitución en agravio de dos menores de edad.

Además contra Reyna Quisuruco Moreyra a 20 años de pena privativa de libertad como autora del delito contra la Libertad - Violación de la Libertad Personal, en la modalidad de Trata de Persona, en agravio de dos menores de edad.

Los hechos:

El pasado 8 de Agosto de 2012, las menores de iniciales  N.H.Q. (14) y Y.C.P (13), fueron captadas en Huarmamayo distrito de Kimbiri, por Reyna Quisuruco Moreyra y su esposo, inmediatamente fueron trasladadas al distrito de Santa Rosa – La Mar,  exactamente al Bar “La Rica Espuma” de propiedad de Antonia Borda Quispe, quien tras la llegada de las menores entregó la suma de 70 nuevos soles a la pareja.

Sin embargo, durante el proceso de investigación las autoridades competentes establecieron que Antonia Borda Quispe, literalmente las obligaba a ejercer el meretricio y las maltrataba, razón por la cual las menores se fueron a trabajar al Bar Ukupis, de propiedad de Nelly Huachaca Carrera, quien les pagaba 7 nuevos soles, por la venta de cada caja de cerveza, además esta les proporcionaba preservativos.

Asimismo, las autoridades establecieron que Antonia Borda Quispe y Nelly Huachaca Carrera, solventaron los gastos de traslado de las agraviadas por la suma de 70 nuevos soles y que la encargada de captar a menores de edad era Reyna Quisiruco Moreyra.


Pinceladas Jurídicas

La Trata de Personas es considerada una forma de esclavitud moderna y una de las peores violaciones a los derechos humanos. Este delito convierte a la persona en objeto que se puede “comercializar”, lo que conlleva a su “cosificación”. La víctima de trata de personas, aun cuando hubiese dado su consentimiento, no puede ser considerada como delincuente ya que, en cualquier circunstancia, es una víctima. Es atraída por engaños y artimañas que utilizan los grupos de delincuencia organizada trasnacional.

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